Vida de legado

Cargando la presencia de Dios

9 Ora de la siguiente manera: Padre nuestro que estás en el cielo, que sea siempre santo tu nombre.10 Que tu reino venga pronto. Que se cumpla tu voluntad en la tierra como se cumple en el cielo.

Mateo 6:9-10 NTV

9 Fíjense que dice «ascendió». Sin duda, eso significa que Cristo también descendió a este mundo inferior. 10 Y el que descendió es el mismo que ascendió por encima de todos los cielos, a fin de llenar la totalidad del universo con su presencia.

Efesios 4:9-10 NTV

Como hijos de Dios, parte del legado que hemos recibido es traer la presencia de Dios aquí a la tierra. Cuando Jesús les enseñó a los discípulos a orar, Él les instruyó que pidieran que el reino de Dios viniera al mundo y que su voluntad se cumpliera aquí en la tierra así como en el cielo. Como hijos de Dios, somos llamados a continuamente a vivir dentro de la manifestación de la presencia de Dios. Nuestra herencia incluye un acceso continuo a la presencia de Dios. Nosotros mismos cargamos la presencia de Dios porque Dios mora en nosotros. Como tal, es importante aprender a continuamente habitar dentro de la presencia de Dios para poder traer su misma presencia al mundo que nos rodea, tanto a nuestra familia como a nuestros vecinos, escuela, ciudad, trabajo, etc. Creo que este es un tema que podemos estudiar más extensivamente, pero por hoy quiero hablar de algunas maneras prácticas en las cuales podemos traer la presencia de Dios a nuestras vidas diarias para así compartirla con otros.

El nuevo nacimiento y el bautismo en el Espíritu Santo

Cuando nacemos de nuevo (nos arrepentimos de nuestros pecados y somos aceptados a la familia de Dios) recibimos una medida del Espíritu Santo. Me gusta imaginar que esto es como recibir un vaso para agua. Ya tenemos el vaso, ahora solo falta la llenura. Como quien dice, ya tenemos al Espíritu Santo, pero ahora nos falta llenar ese vaso y recibir la llenura completa. Esto sucede cuando somos bautizados o completamente saturados del Espíritu Santo. No puedo dejar de enfatizar esto. Si quieres vivir una vida radical, de legado, que lleva la presencia de Dios a dondequiera que vayas, vas a necesitar recibir la llenura del Espíritu Santo. Esto es como recibir tu credencial VIP. ¡Tiene muchos beneficios!

La llenura del Espíritu Santo

Regresando al ejemplo del vaso: Cuando eres bautizado en el Espíritu Santo tu vaso se llena hasta desbordar, pero al pasar el tiempo, vas tomando esa agua y es necesario que constantemente te estés llenando del Espíritu Santo. Para constantemente vivir en la presencia de Dios, nos tenemos que llenar de Él frecuentemente.

Adoración

La alabanza y la adoración en la Biblia eran unas de las principales expresiones para hacer que la presencia de Dios se manifestara y descendiera. Es por eso que la adoración es una parte tan esencial en nuestras vidas diarias. Toma tiempo cada día para adorar a Dios, ya sea poniendo música, cantando solo, o hablando palabras que exaltan el nombre de Dios.

Pasando tiempo con Jesús

Hemos hablado un poco de esto, pero quiero volver a mencionarlo. Si queremos desarrollar una relación cercana con Dios, si queremos habitar en su presencia, debemos pasar tiempo con Él. Puedes volver a ver las sugerencias que di para esto en el devocional Invitando la presencia de Dios.

Hablando con Dios

Orar es lo mismo que hablar con Dios. Trae tus necesidades delante de Él. Abre tu corazón y cuéntale todo.

Escuchando la voz de Dios

Esto lo puedes hacer por medio de leer la Biblia, estar en silencio en su presencia, e incluso puede que otra persona tenga algo de parte de Dios para ti. Pero es importante darle oportunidad a Dios para hablar a nuestras vidas.

Estas son algunas cosas que puedes hacer para que la presencia de Dios descienda e invada cada área de tu vida. Para traer la presencia de Dios, primero es importante tenerla dentro de nosotros. Es por eso que me enfoqué en nuestra relación personal con Él. No podemos dar algo que no tenemos. Y si queremos traer la presencia de Dios aquí a la tierra, es importante primero saturarnos de ella. Fuiste creado para traer transformación a dondequiera que vayas. Fuiste creado para avivamiento. ¿Y sabes? Podemos traer el cielo a la tierra cuando constantemente traemos la presencia de Dios a nuestras vidas.

Declaración

Dios, desciende sobre mi vida el día de hoy. Quiero que tu presencia sature cada aspecto de mi vida diaria, tanto mi manera de actuar como lo que digo, veo, escucho o comparto con otros. Úsame para traer tu presencia aquí a la tierra. Te doy mi vida para que adondequiera que vaya pueda testificar de quién eres tú y lo que has hecho en mí. Tienes permiso para invadir la tierra con tu bondad por medio de mí. ¡Gracias por darme un legado tan increíble!

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